Global Connectivity Index 2015
El Global Connectivity Index es un índice elaborado por Huawei que asigna a cada uno de los 50 países estudiados un valor en función de su grado de digitalización y los coloca en un ranking. Este índice permite saber cuál es la situación de cada país y compararlo con los demás; así como realizar una predicción de cuál será su situación en los próximos años.
¿Qué estudia?
Como su nombre indica estudia la conectividad, refiriéndose al sistema de conexiones global que permite la transformación hacia una economía digital. Es decir, tiene en consideración los dispositivos periféricos, la infraestructura de redes, el núcleo de centros de datos y los facilitadores de transformación: servicios en la nube, Internet of Things y analíticas de Big Data.
El estudio tiene dos enfoques: un enfoque vertical, donde se estudian los pilares para la conectividad y un enfoque horizontal, el de las tecnologías facilitadoras. Los pilares para la conectividad son: la oferta, la demanda, la experiencia de uso y el potencial. Las cinco tecnologías facilitadoras para la digitalización que se estudian son: servicios en la nube, Internet of Things, Big Data y analíticas, banda ancha y centros de datos.
Resultados
Según el GCI y el PIB per capita los países se pueden segmentar en tres grupos: “Leaders”, “Followers” y “Beginners”.
Los países en el grupo “Leaders” son los que mayor grado de digitalización tienen y están todos clasificados como economías maduras según el Fondo Monetario Internacional. En el grupo “Followers” se encuentran en su mayoría economías en desarrollo, aunque también hay cuatro economías maduras: España, Italia, Portugal y Republica Checa. Por último, en el grupo “Beginers”, se encuentran los países que están dando sus primeros pasos hacia la transformación a la economía digital, como Filipinas, India o Marruecos.
Es resaltable que, en media, el CGI de los países del primer grupo es mucho mayor, un 65%, que el de los países del segundo, mientras que la diferencia entre el GCI de los países de los grupos “Followers” y “Beginers” es solo un 40%; lo que significa que los “Leaders” distan mucho más de los “Followers” que los “Followers” de los “Beginers”.
Respecto a la oferta se puede observar que los “Leaders” han conseguido un mejor balance en la inversión del núcleo de la red y de la red de acceso. Según los resultados, los países del segmento “Followers” han hecho una inversión fructífera en la red de acceso, sin embargo han dejado de lado el núcleo, lo que impide el desarrollo de tecnologías transformadoras, como la nube, analíticas de Big Data y el IoT. En el informe se resalta la importancia de que tanto a los “Followers” como los “Beginers” hagan una inversión equilibrada entre el despliegue de redes de acceso como del núcleo.
Los resultados obtenidos indican que la demanda es el pilar más diferenciador entre los países en el segmento “Leaders” y los otros dos; remarcando en el informe que es necesario invertir en la creación de demanda para que la inversión en infraestructuras sea aprovechada.
El pilar de experiencia de usuario es, en media, la segunda mejor puntuación de los países “Leaders”, y los países “Followers” han obtenido una puntuación notablemente mejor que la de los “Beginers”. Algunos indicadores clave de la experiencia de usuario son el precio de la banda ancha o la disponibilidad de servicios de gobierno electrónico.
El potencial es una medida de la capacidad de transformación de los países. En este pilar, las cuatro economías maduras del grupo “Followers” (España, Italia, Portugal y Republica Checa) han obtenido una puntuación extremadamente baja, inferior a la de los “Beginers”; sin embargo, la inversión que destinan a las TIC no es inferior a la de otros países de su grupo, lo que indica que les falta estrategia y visión, lo cual es una gran barrera para la economía digital. Por ello, se recomienda a los países en el grupo “Beginers” que den los pasos necesarios para mejorar su GCI de una manera lógica y estableciendo prioridades.
Conclusiones
Una de las conclusiones más relevantes presentadas en el informe del GCI es su alta correlación con el PIB per capita anual, y el hecho de que un aumento en un 20% de la inversión en TIC supone un aumento del 1% de PIB anual.
Otra conclusión interesante es que gracias a los resultados se puede demostrar que no basta con invertir en infraestructuras sino que también es necesaria la inversión en creación de demanda y en la mejora de la experiencia de usuario así como la definición de una estrategia clara para la transformación. También es relevante centrar esfuerzos en las tecnologías facilitadoras de la transformación.
Los cuatro aspectos considerados clave para el progreso hacia la economía digital son los siguientes: el gasto en TIC, las habilidades TIC, el gobierno electrónico y el comercio electrónico.
Por último, los problemas a causa del avance de la economía digital que se presentan en el informe son: la protección de la privacidad del usuario, la seguridad en la Red, la gran cantidad de datos y ser capaces de crear las habilidades necesarias para poder continuar con el desarrollo.
FUENTE: Global Connectivity Index 2015, Huawei
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