En la actualidad, Internet forma parte de todo. Las operaciones entre empresas se realizan de forma telemática, las tiendas en Internet son tan importantes o incluso más que las físicas, la documentación se encuentra digitalizada. Además, los objetos cotidianos empiezan a tener conexión entre ellos por medio de Internet. La influencia de todo esto en la economía es lo que se conoce como Economía Digital. La Economía Digital se puede definir, por tanto, como la integración de los avances de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en la economía tradicional.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2001, un 83% de las empresas disponía de conexión a Internet. Hoy en día este dato es del 99%. En 2001, un 7% de empresas realizaba compras por Internet contra el 28% que en 2015 ha realizado compras mediante esta vía. El uso de Internet y de los servicios que ofrece, ha cambiado totalmente la forma de pensar y actuar de las empresas. Tanto que, en otra encuesta del 2015 del INE, el 96% de las empresas españolas dijo que el uso de las redes sociales es útil para la generación o desarrollo de su empresa.

En cuanto a los ciudadanos, la economía digital afecta tanto al transporte, como a la educación, la sanidad o la propia interacción entre las personas. El sector TIC se ha integrado tanto en la vida profesional como personal de los individuos.

Todas estas tecnologías y servicios han transformado y transformarán nuestra forma de vida. Continuar su desarrollo permitirá seguir mejorando el rendimiento de los trabajadores, manejar el envejecimiento de la población o ayudar a la toma de decisiones de los gobiernos, entre otras muchas posibilidades.

Autores: Manuel Alarcón y Jorge Roncero